La economía británica atraviesa un periodo de señales contradictorias, con datos recientes que ofrecen motivos tanto para el optimismo como para la cautela. En agosto, el PIB real registró un ligero aumento del 0,2%, tras el estancamiento de junio y julio. Este crecimiento se apoyó en gran medida en una expansión del 0,1% en el sector servicios, junto con repuntes en la producción y la construcción, que experimentaron aumentos del 0,5% y el 0,4%, respectivamente.
Sin embargo, persiste la inquietud en torno a la persistencia de la recuperación en estos sectores. Los indicadores prospectivos, como el PMI, muestran signos de debilitamiento del impulso, con una caída del índice hasta 52,9 en septiembre desde 53,8 en agosto, aunque se mantiene por encima del umbral de 50,0, lo que indica una expansión continuada pero más lenta.
La inflación cayó por debajo del objetivo del 2% fijado por el Banco de Inglaterra por primera vez en más de tres años, reduciéndose al 1,7% en septiembre desde el 2,2% de agosto, el nivel más bajo desde abril de 2021. La inflación de los servicios descendió al 4,9%, situándose por debajo del 5% por primera vez desde mayo de 2022 y por debajo de la previsión del 5,5% del BdE, aunque persisten las presiones en determinados sectores.
La confianza de los consumidores experimentó un fuerte descenso en septiembre, cayendo siete puntos hasta -20, volviendo a niveles de principios de año. Esta caída subraya el creciente nerviosismo ante las perspectivas económicas, a la espera de decisiones difíciles en materia de impuestos, gasto y bienestar. Mientras tanto, los datos del mercado laboral presentan un panorama desigual, con una ligera mejora del desempleo hasta el 4,0% de junio a agosto de 2024, frente al 4,1%. Sin embargo, el crecimiento salarial (incluidas las primas) se ralentizó hasta el 3,8% desde el 4,0%, lo que hace temer por el poder adquisitivo de los hogares.
Como nota positiva, el mercado de la vivienda mostró signos de resistencia. Las aprobaciones netas de hipotecas para la compra de vivienda aumentaron hasta 64.900 en agosto, la cifra más alta desde agosto de 2022, mientras que las aprobaciones de rehipotecas también aumentaron (informe Money and Credit del Banco de Inglaterra).
En general, las perspectivas siguen siendo desiguales. La solidez del mercado de la vivienda y la estabilidad del sector laboral ofrecen signos alentadores de resistencia subyacente. Sin embargo, el descenso de la confianza de los consumidores y los signos de ralentización del impulso económico ponen de relieve la necesidad de una atenta supervisión y de esfuerzos centrados en garantizar un crecimiento sostenible y restablecer la confianza en los próximos meses.